Hace unos días, entramos en el tiempo de Adviento, el tiempo de la Espera, el tiempo de la Esperanza. Espera en Jesús que viene, esperanza en que, con su llegada, las cosas pueden ser muy distintas...
Para mí es un tiempo especial, es un tiempo que fuertemente marca la experiencia cristiana, la fuerte experiencia de saber que estamos caminando, y que caminamos esperando... como quien sabe que algo mejor esta por llegar, pero todavía no llegó....
El adviento es también, un tiempo de caída de paradigmas viejos y la venida de nuevas formas de ver, sentir, creer y valorar al mundo.
Para la época de Jesús, su venida significó toda una Revolución. Fue una gran caída del paradigma religioso que reinaba en esa época. Cayó el paradigma de un Dios lejano, Todopoderoso y Distante.... Y llegó una nueva manera de ver al mundo... un Dios cercano, débil, un Dios bebé...
Por eso, siempre al empezar este tiempo, le digo a Dios que él me ayude a que caiga algún paradigma de mi corazón... Algún paradigma religioso, afectivo, intelectual, humano, sensible.... No es tiempo de compromisos morales sino de fuertes experiencias de su amor que tira por tierra todo lo viejo...
viernes, 7 de diciembre de 2007
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