martes, 16 de octubre de 2007

12 de octubre.... esto huele a sangre (acerca de los discursos dominantes y su antídoto: la memoria...)

Es chocante para mí, el caer en la cuenta de que hay gente que no dimensiona las atrocidades cometidas en estas tierras hace 515 años. Es chocante, casi insoportable, sentir que nos quieren hacer creer que los discuros han cambiado. Claro, ya no se habla de "Descubrimento", ahora se habla de "Encuentro" de culturas.
Los discursos dominan e intentan adormecer las conciencias individuales y colectivas.
Este "encuentro de culturas" fue muy enriquecedor, ya lo creo, sobre todo económicamente para Europa por supuesto....
Los discursos dominan e intentan adormecer las conciencias individuales y colectivas.
Hoy, como ayer, los discursos siguen dominando... para esto solo queda un antídoto posible... la memoria...
Un pueblo que tiene memoria no puede ser tan fácilmente dominado. Lamentablemente, nos han querido hacer olvidar de muchas cosas... es tiempo de hacer memoria....
Memoria que no es resentimiento, memoria que es asumir, memoria como antídoto para ese mal casi incurable que es la amnesia de los males sociales, memoria que permita descubrir claves que nos ayuden a entender a los demás y a entendernos, memoria que es el derecho a "pensar con la propia cabeza" y no comprar cualquier discurso que ande dando vueltas por ahí...
El pueblo de Israel fue un pueblo con profunda memoria, sentido de la historia y conciencia social y comunitaria y fue esa capacidad la que los mantuvo firmes en los momentos duros de su historia... Y fue gracias a la misma memoria que descubrieron el paso de Dios por la cotidianeidad de su vida... El Dios en cual creemos es un Dios de la Memoria: "Acuérdate, Israel...."

lunes, 1 de octubre de 2007

El profetismo de los jóvenes (o el cumplimiento de Isaias 66, 21)

En el libro de Isaías, en el capítulo 66, al final, se afirma: "Dios dijo: de entre ellos tomaré profetas y sacerdotes...", haciéndo referencia al pueblo, haciéndo referencia a los que para la sociedad son excluidos de los lugares de importancia.
Este fin de semana, en un encuentro de Pastoral de toda la Argentina, pude sentir de manera palpable la fuerza del profetismo en los jóvenes.
En un tiempo social y cultural en donde la juventud es vista como "el centro de la perdición" y falsos profetas anuncian los desastres ocasionados por los jóvenes, la Palabra vuelve a gritar: "De entre ellos tomaré profetas y sacerdotes..." Este fin de semana me sentí profundamente evangelizado por esos "profetas y sacerdotes" que son nuestros jóvenes.
Y en esto no puedo dejar de mirar a los ojos al Champa y descubrir en su mirada la confirmación y la certeza de que hoy el profetismo de los jóvenes es una realidad...