Otra cuestión que me quedó dando vuelta en la cabeza a partir de la predicación de este sacerdote fue la machacona idea de que para ir al cielo había que hacer ciertos méritos... portarse bien, ser un buen tipo, etc.. ("constuir nuestra morada")...
La verdad que creo que "el cielo" o "el paraíso" tiene más que ver con un abrazo con el Flaco (como le digo cariñosamente a Jesús) y en él con mis hermanos que tanto quise aca en esta tierra, un abrazo con la viejita (como le digo cariñosamente a María) y seguramente con el Champa... un abrazo con tantos hermanos y hermanas con los cuales compartí abrazos en la tierra y con tantos hermanos y hermanas que no me atreví a abrazar por miedo, por debilidad personal...
Será por eso que la idea del mérito me causa un poco de rechazo... porque los abrazos no se merecen, se reciben y disfrutan, no?
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